historia1 BUSCANDO TRANSPORTE CONFORTABLE

1. Buscando un transporte confortable


    En 1863 no existía un medio de transporte confortable que conectase el centro de Santander con el Sardinero, existían únicamente tres modestos carruajes en servicio desde 1847. Estos vehículos de tracción animal subían por el Paseo de Miranda (actual Canalejas), hasta que, en 1864, el Ayuntamiento inauguró un nuevo enlace, el del Paseo de la Concepción (hoy conocido como Menéndez Pelayo), evitando así los carruajes la penosa subida de Miranda. El éxito de este nuevo camino hizo que se crease un enlace de vía férrea.

    La línea de ferrocarril se otorga por Real Decreto de 10 de enero de 1873, firmado por el rey Amadeo en el Palacio Real de Madrid. La empresa concesionaria es Santos Gandarillas tiene varios problemas en la construcción de la vía, principalmente con los vecinos de los terrenos colindantes o expropiados. Uno de los vecinos es Emilio Botín, que quería construir el mismo la parte de la vía que pasaba frente a su casa, a esto Gandarillas comenta: “Botín y el último ciudadano serán lo mismo para los ojos de la autoridad, y si cada colindante hace otro tanto y otro tanto sucede en cada caso, bien puede afirmarse que el ferrocarril de Santander a El Sardinero se inaugurará a mediados del siglo que viene”.

    A Gandarillas le surgió un rival, Lino Corcho, en el año 1889, que pidió a los poderes públicos la concesión de un tren a vapor por la llamada vaguada de Tetuán. Sería el, más tarde denominado tranvía de Pombo, que de manera singular acortaba la distancia recorrida por los coches Gandarillas.