Cuando en 1902 la “Sociedad Sardinero” compra a los belgas el tranvía que fue de Gandarillas, el gobernador civil pone como condición que la empresa compradora deba circular todo el año.

En el año 1903 los tranvías comienza a circular en festivos, y son derribadas las estaciones de la costa y la del túnel en El Sardinero, unificadas en una nueva muy cerca del sitio que ocupaba la primera.

En 1911 las empresas del tranvía vuelven a manos franco-belgas. En Santander no sienta bien que un negocio de la ciudad sea explotado por extranjeros.

Los tranvías eléctricos siguieron circulando por las principales calles hasta que, en 1951, fueron sustituidos por los trolebuses, de neumáticos y sin carriles, evidente ventaja para una ciudad que comenzaba a crecer. El 15 de noviembre de 1953 entra en cocheras el último tranvía del servicio de Miranda.

En los 50 el Ayuntamiento tuvo que hacerse cargo de la mayoría de líneas, ya que la empresa privada se mostraba impotente para seguir con la iniciativa. La Empresa Municipal de Transporte se constituye en 1951, siendo alcalde de Santander don Manuel González-Mesones y Díaz.

Finalmente los trolebuses fueron sustituidos gradualmente, dando paso a los autobuses, constituyendo así el único vehículo ya utilizado.